Aló, Ciudadano: Leopoldo Castillo, un periodista a su manera.
Leopoldo Castillo no es simpático, pero se ríe sabroso. Tiene un sentido del humor bastante ácido, sin que le deje huellas en los pliegues de la sonrisa. Posee un título de abogado y nunca ejerció en tribunales, notarías y registros, mucho menos en jefaturas civiles, ni se encargó de trámites en despachos oficiales. Fue burócrata una vez y ejecutivo empresarial otro, pero lo que siempre le ha apasionado es la información, la noticia, los acontecimientos "que rompen el celofán" que derrumban oprobios o sustentan esperanzas. Es un periodista formado en la faena diaria, en la molienda cotidiana. A pulso. Contra todo pronóstico, aunque "en un país donde las cucarachas vuelan todos es posible, incluso que nieve en La Limpia", ha sido el comunicador con más permanencia y audiencia en la televisión venezolana, y con todos los factores en contra, sobre todo el gobierno y todos los demás factores de poder, instituciones y cofradías que dependen o se mueven a su alrededor. Lo insultaron, lo amenazaron, lo asediaron de todas las maneras, se burlaron, lo desprestigiaron, lo difamaron y lo sometieron al escarnio público. Le llamaron atorrante, golpista, mediático, payaso, arrogante, escuálido, apátrida y terrorista; le adosaron el sambenito de "mata curas", y todo le resbaló. Siguió al frente de Aló, Ciudadano y no dejó de atender "otra llamada más". No fue fácil. Su orgullo y satisfacción es que tuvo picos de audiencia por encima del programa del presidente Hugo Chávez y recibía en un día más de 100.000 mensajes de texto. Está en paz consigo mismo. Tomador de café, lo disfruta sin azúcar y sin aditamentos proteicos o sucedáneos engañosos. A sorbitos. Está cogiendo impulso, recuperando fuerzas. Recargándose de sí mismo. Lo sacaron de la contienda y quedó exhausto. "Momentáneamente", aclara. Habrá regreso, pero no repetición ni segundas partes.
Detalles del libro:
Autor: Ramín Hernández.
Cantidad de páginas: 215.
Editorial: Libros El Nacional.
Formato: Tapa Blanda.