La empresa moderna tiene la necesidad no solo de atender tus procesos de producción, su innovación tecnológica o las relaciones entre patrones y trabajadores, sino también ta responsabilidad de observar normas de calidad y códigos de ética (CE) al interior de la organización. La implantación de un código de ética (CE) en las organizaciones -dice el autor- supone un paso hacia el compromiso que tiene todo ser humano de vivir los principios de moral que hacen más plenas, estimulantes y duraderas las relaciones en las sociedades contemporáneas.

La globalización de los mercados hace necesario mostrar la calidad de los socios y clientes que se relacionan, y exigen garantías de calidad a los productos que se ofrecen; ambos factores avalan la cultura ética de las empresas.

El deseo del autor de establecer la cultura ética en las organizaciones está impulsado por la necesidad de competir globalmente con empresas que tienen reconocido compromiso con la calidad de sus productos y el respeto por la naturaleza moral de las personas. Se trata de que, además de lograr un certificado de calidad en los procesos de producción, se obtenga también una constancia que avale la calidad ética de la organización.